martes, 6 de octubre de 2009

Atardecer...

Bajo la luz de un lejano atardecer, escucho mi alma y elijo el camino que lleva hasta tu corazón....

Los cantos de mil ángeles me guiaran, porque largo es el camino y difícil de caminar...

Escucha mi canción, estoy dejando todo por tenerte junto a mi, y ni siquiera eso solo t ruego un lugar a tu lado, un lugar en la luz o la oscuridad de una luna de plata....

Y bajo el manto de la noche, soñé que tus manos tocaron mi rostro, soñé contigo en una morada de Ángeles, donde el mundo ya no es mundo, donde el tiempo ya no existe y todo lo que ves lo que sientes y lo que vives sencillamente es irreal….

Donde lo q respiras es lo que yo digo, y lo que yo digo es lo que tu piensas, y veo tu rostro y ya no eres tu, soy yo, porque me he perdido en ti y mi mundo y mi realidad ya no significan nada si no estas aquí.

A través de los mares y las arenas las noches y los días son iguales, ya no hay diferencias entre luz y oscuridad, ya no existen árboles ni nubes ni un sol, se ha quedado en tinieblas la tierra y solo yo veo la luz de una plateada luna, llena de misterios.

A través de las sombras viene un hombre, atravesando las espinas del camino, y solo con mirar a su alrededor no basta con entender q es real y que se ha desaparecido en la bruma de una primavera lejana, no puede pensar en nada mas, ese hombre soy yo, y el camino es cada día mas largo, y mi decisión mas imparable, ruego a los dioses por q mantengan la luz sobre mis pasos, y poder encontrarte una vez mas como te encuentro cada noche en mis fríos sueños

Ver esa luz eterna en tus ojos, sentir el fluir de tu voz, tu cabello ondeando en la brisa de una madrugada que se niega al destierro del amanecer

Y aunque despareces se que pronto cuando el sol muera sobre las colinas de un mundo incierto, aparecerás en el firmamento, y serán mas seguros mis pasos y estará mas vivo mi cuerpo que cuando no te veo, y solo tengo un miedo.

Solo temo quedarme sin tiempo y morir en la mitad del camino, no por temor a la muerte, sino por la nostalgia y la miseria de no verte jamás, solo al tiempo temo, porque no puedo quedar a mitad del camino, porque bajo la luz de un atardecer ya muy remoto, escuche mi alma y elegí que mi destino es entrar para siempre en tu corazón

No hay comentarios: